Granja Escuela en Madrid

En CEI El Jarama los niños/as tienen la oportunidad de conocer de cerca a nuestras cabras, ovejas, caballos, ponis, burros, conejos, cobayas, aves de corral, vacas, terneros… y aprender sobre su cuidado, comportamiento y utilidad en un entorno como el de una granja. 

Participan en tareas típicas de granja como dar de comer y acariciar a los animales, limpiar sus corrales, entender sus necesidades. Estas experiencias enseñan respeto, responsabilidad, empatía y cuidado hacia los seres vivos. 

Este contacto directo rompe con la rutina urbana. Los niños/as descubren otra forma de vida, conectan con la naturaleza y desarrollan sensibilidad hacia los animales y el medio ambiente. 

Resultado para ellos/as: valores como la empatía, el respeto, la responsabilidad, y una experiencia real que enseña que convivir con animales es un compromiso, no un juego.

Niños y niñas participan activamente en nuestro huerto ecológico. Preparan la tierra, plantan semillas o plantones, riegan, cuidan las plantas, recogen hortalizas o frutos… Una experiencia sensorial completa. 

Descubren de dónde vienen los alimentos que consumimos y cómo la tierra, el agua y el trabajo cuidan la vida. Esto les ayuda a entender los ciclos naturales, apreciar los alimentos y valorar el esfuerzo detrás de cada cosecha.

Trabajar con plantas aromáticas, verduras del huerto, semillas… también estimula la curiosidad, el sentido de responsabilidad, la paciencia y el respeto por la naturaleza. 

Resultado para ellos/as: un aprendizaje práctico, respeto por la naturaleza y una conexión más consciente con el origen de los alimentos. Todo ello de forma divertida y vivencial.

Los niños/as participan en actividades de transformación de alimentos: elaboración de pan, queso, galletas, mermeladas… entendiendo todo el proceso desde la materia prima hasta el producto final, lo que les acerca a la alimentación, al campo y al origen de lo que comemos. 

También desarrollan talleres vinculados al huerto o a la naturaleza. Por ejemplo, actividades con materiales naturales como la cera de abeja o las plantas aromáticas, lo que potencia su creatividad, conocimiento del medio y conexión con técnicas tradicionales. 

La experiencia artesanal les enseña paciencia, cuidado al detalle, respeto por los procesos naturales y una visión práctica del mundo rural. Además, estas actividades ofrecen un aprendizaje sensorial muy valioso (texturas, olores, pasos, cambios).

Resultado para ellos/as: una vivencia educativa integral. Conocer la naturaleza y entender cómo se transforman sus frutos y productos, adquiriendo conocimientos útiles, respeto por el origen y conciencia ecológica.

En su entorno privilegiado rodeado del río, praderas, prados, pinares y espacios naturales, los niños/as pueden pasear, explorar, observar la flora y fauna, aprender sobre ecosistemas y naturaleza. 

El programa incluye actividades al aire libre, juegos cooperativos o tradicionales, dinámicas en la naturaleza, senderismo y actividades de aventura. Esto permite un aprendizaje lúdico, contacto con la naturaleza y un tiempo sin pantallas, ideal para reconectar con lo esencial. 

La naturaleza se convierte en aula: cada rincón, cada sensación (tierra, agua, aire, plantas, animales…) ofrece una oportunidad de descubrimiento, reflexión y crecimiento personal. El ritmo se desacelera y los niños/as pueden disfrutar del momento y desarrollar la observación, la curiosidad y la creatividad.

Resultado para ellos/as: una experiencia completa que combina educación, naturaleza, juego, convivencia, aprendizaje sensorial y emocional. Un soplo de aire fresco para desconectar de la rutina urbana.