Un proyecto intercultural que enriquece

Lo realmente importante

Parece que fue ayer cuando hicimos el primer viaje a Thailandia como parte de nuestro proyecto intercultural. Tod@s emocionados como niñ@s, peleándonos por montar en la parte de atrás de una pick up, con la que nos recorreríamos cientos de kilómetros disfrutando de las maravillosas vistas de este país, tanto rurales como urbanas, y, por supuesto, de sus gentes con esa eterna sonrisa dibujada en su rostro. Y es que por algo le llaman el país de la sonrisa. Todo nos impactaba, todo era tan diferente que nuestra excitación era constante.
Así, con la emoción de ir descubriendo este maravilloso país en la parte trasera de una pick up, llegamos al poblado Akhá. Allí nos impactaron muchas cosas, pero una de las que más me impacto a mí personalmente fue de nuevo su eterna sonrisa y la felicidad de la que parecían disfrutar a pesar de no tener todas las comodidades de las que disfrutamos en nuestro mal llamado primer mundo.

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Pronto empezamos la convivencia en esta proyecto intercultural, trabajando con ell@s para llevar la canalización de agua a una de las familias más pobres del poblado. Comiendo con ellos y disfrutando de la comida que tenían y que generosamente compartían con nosotros; beneficiándonos de nuevo de su generosidad cuando los niñ@s nos traían caña de azúcar o los adultos nos traían un trozo de panal de abeja para saborear esa riquísima miel en nuestros descansos durante el trabajo; divirtiéndonos con los sencillos juegos que nos enseñaban los niñ@s Akhá con un simple tronco de bambú o un neumático viejo y un palo; o riendo y disfrutando de bailes y canciones que intercambiábamos alrededor de una fogata al terminar la jornada de trabajo con todas las familias.

proyecto intercultural

Y en esta convivencia a mí, y creo que a tod@s mis compañer@s, este pequeño pueblo asentado en la selva, sin agua corriente ni luz en esas cabañas hechas de bambú, nos enseñaron qué es lo realmente importante.

Lo realmente importante es tener nuestras necesidades básicas cubiertas para ser felices, y las necesidades básicas no son tener la casa ni el coche más grande, lo que nos obliga a hipotecar nuestras vidas quedándonos sin tiempo para lo realmente importante. Nuestras necesidades básicas son las mismas que las suyas (comida, abrigo y sobre todo las relaciones con nuestros seres queridos). Esa riqueza de la que disfruta este pueblo es la que tenemos que redescubrir en esta sociedad de consumo que ha ahogado nuestras verdaderas necesidades.

 

Dos de los objetivos del proyecto que desarrollamos en CEI El Jarama son:

– Mostrar a los niñ@s que visitan el poblado Akhá todo aquello que vivimos allí en uno de nuestros viajes – cómo viven, cómo se relacionan, cómo están unidos, cómo juegan los niñ@s sin consolas ni teléfonos móviles-
– Y que conozcan qué es lo realmente importante para que puedan dibujar una eterna sonrisa en su cara.

Sin duda es mucho más que un proyecto intercultural.

Isabel Muñoz, educadora en CEI El Jarama

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