Los veranos al sol

Tanta lluvia, esas nubes y el fresquito de la mañana nos tenían un poco cansados a todos. Hasta finales de junio no hemos podido disfrutar de piscina y terracitas como a nosotros nos gusta, bajo un sol de justicia.

Pero, ¡ojo! qué Lorenzo no viene solo. No debemos olvidar que los efectos del sol sobre nuestra piel son cada vez más peligrosos. Por eso, debemos protegernos no sólo cuando vamos a la piscina o a la playa sino en el momento en que vamos a salir a la calle.

Y sobre todo, hay que ser especialmente cuidadosos con los pequeños de la casa. Han pasado de vaqueros, chándal y jerséis a lucir pantorrilla y brazo impunemente. En estos casos, desde la mañana a la tarde hay que utilizar una crema de protección solar con factor 50 y cubrir todas aquellas partes del cuerpo de nuestros hijos que quedarán expuestas una vez que pisen la calle.

Y no sirve sólo con aplicar la crema por la mañana y olvidarnos. Lo ideal es repetir la aplicación cada 2 horas, sin olvidar zonas con las orejas, el cuello o los empeines.
La cabeza tampoco debe descuidarse, por lo que una gorra, gorro, sombrero o pañuelo deben acompañarles siempre. ¡Será por modelos!

Y el agua, fundamental. Si habitualmente hay que beber unos dos litros al día, en verano el cuerpo, de manera natural, nos pedirá más, salvo que seas un niño, cuyas prioridades poco tienen que ver con el líquido elemento. Ahí es donde los papás o adultos a cargo entran en juego. Deben beber de manera habitual, aunque no sientan sed ya que los menores pueden deshidratarse con mayor facilidad que los adultos. Y si no quieren tanta agua, los zumos o la fruta de temporada por excelencia, la sandía, serán  buenos sustitutos. Pero, siempre que se pueda, que sea el agua la que sacie su sed.

El último consejo es difícil de cumplir cuando se trata de niños, pero debemos intentar que en las horas del día en las que el sol calienta con más fuerza, los chicos estén a la sombra, a poder ser en casa. ¿Qué hay mejor que una siesta fresquitos después de comer? Cuando el sol rebaje su fuerza habrá tiempo más que suficiente para volver a jugar o bañarse.

El verano y el sol son estupendos, pero mejor, si los disfrutamos con cabeza.

Durante las actividades que realizamos en CEI El Jarama tenemos una rigurosa atención a la hora de revisar que todos los chic@s estén protegidos ante el efecto del sol y que permanezcan hidratados constantemente.