No habrá paz sobre la Tierra si no estamos en paz con la infancia”
¿Nunca te has preguntado cómo tal persona ha podido llegar tan lejos con la infancia que ha tenido? ¿O que, por el contrario «se veía venir cómo iba a terminar tal otra persona con la falta de atención de sus padres durante su niñez»?
Y es que, como André Stern explica muy bien, “no habrá paz sobre la Tierra si no estamos en paz con la infancia”.
Pero ¿qué es “paz con la infancia”? André habla de que los padres estemos en paz con nuestros hijos…. Sí, los padres…
¿No os ha pasado nunca que os habéis sentido mal cuando habéis sido demasiado autoritarios con vuestros hijos? Se “portan mal” y les castigamos. Y después es muy probable que incluso nos hayamos arrepentido de haber puesto el castigo, con lo que lo siguiente que hacemos es “consentir” en exceso para compensar? ¡Y la confusión es todavía mayor! Muy probablemente, durante todas estas acciones, no hemos estado en paz con nuestros hijos.
O ¿no os ha pasado nunca que les hemos hecho comer obsesivamente cosas que ni nosotros nos comeríamos? ¿Para qué, para que las acaben odiando? O les hemos gritado, o humillado, o ridiculizado para tratar de corregir comportamientos supuestamente disruptivos. Es curioso, cuando domesticamos animales no se nos ocurre tratarles con agresividad porque sabemos que la acabarían reproduciendo con nosotros. Pero parece que con los hijos tenemos otras creencias sobre lo que debe de ser su educación, modelos que no son del todo “pacíficos”, ¿no te parece?
O por no hablar de las dudas que seguramente tenemos de si en esta o en aquella situación no estaremos sobreprotegiéndoles. O cómo deberíamos poner los límites y normas para ayudar realmente a nuestros hijos a saber hasta dónde pueden llegar. Por cierto, muy buenas pistas a este respecto nos las da el neurosicólogo Álvaro Bilbao en este vídeo:
¡Y es que, qué complicado es ser madre/padre!
Pues bien, sí que es complicado, y este es un primer mensaje para la esperanza: probablemente la crianza de los hijos sea de las tareas más difíciles que existan. Como muy bien explica el pediatra Carlos González en este vídeo, somos uno de los pocos primates – y el único primate superior, donde es totalmente necesaria la colaboración del padre y de la madre para criar a los hijos, porque si no estos morirían. Importante tenerlo en cuenta para no desesperar.
Educar es guiar, enseñar, motivar
Pensar que no es sencillo ni obvio, que ésta es una carrera de fondo, de pico y pala, de gimnasio. El psicoterapeuta Jorge Bucay lo explica muy bien en este otro vídeo.
La EDUCACIÓN, con mayúsculas, no consiste tanto en que los niños hagan lo que nosotros les decimos – donde entra en juego la autoritas, el ordeno, la amenaza e, irremediablemente, el premio y el castigo, pero en detrimento de su confianza y seguridad; sino en que se motiven para que ellos mismos elijan el camino correcto (que suele ser el que nosotros queremos).
Ha llegado la disciplina positiva
Otra gran noticia: parece que la verdadera revolución educativa está llegando a nuestra sociedad. ¿Revolución? Lo que Jorge Bucay cuenta, la profundidad del impacto de esta forma de EDUCAR es enorme. Lo que la maestra y psicóloga infantil Marisa Moya ha introducido en España, la Disciplina Positiva, que es una cierta mirada (actitud) hacia el niño además de experiencias y herramientas que vienen a desarrollar lo que Carlos González, Jorge Bucay, Álvaro Bilbao o la neurociencia llevan años predicando, es de un alcance e impacto gigantesco. Una revolución.
Llámese Disciplina Positiva, llámese educación firme y amable, llámese educación como acompañamiento y guía, o llámese como se quiera, pero lo que está claro es que empieza a haber un movimiento muy potente y sincero fundamentalmente en las escuelas de infantil y primaria – una vez más los colegios como motor de cambio social ?; donde esta sensibilidad va calando y la revolución va teniendo lugar.
Es la revolución de la infancia, es una toma de consciencia de que debemos asegurar firmemente el edificio por los cimientos. Tengo la sensación de que la infancia – podríamos irnos incluso a la gestación del bebé en el vientre de la madre, nunca ha tenido el papel central que está adquiriendo ahora. Ya digo, se está extendiendo como mancha de aceite la ocupación sincera y real por “educar mejor” a nuestros alumnos e hijos; la consciencia de que si cimentamos bien el edificio, este aguantará mejor tempestades y desgracias varias. Si tenemos unos cimientos defectuosos en nuestros niños, su vida adulta estará llena de intolerancia a la frustración e irresponsabilidad, de conductas poco empáticas e incívicas, o incluso psicóticas. Pero si los cimientos son buenos, ¿te imaginas todas las consultas de psicólogo que se ahorrará la generación de nuestros hijos? ¿Cuántos trastornos de comportamiento de la alimentación, cuántos problemas de compulsividad, de gestión del estrés se ahorrarán? Habrá tempestades, habrá problemas, pero los resistirán mejor de lo que lo hacemos ahora. Se ahorrarán mucha cantidad de antidepresivos, de ansiolíticos. Sabrán gestionar mejor sus conflictos con sus iguales, con sus vecinos, con sus compañeros de trabajo. En fin, serán, como mínimo, un poco más felices que lo que lo somos ahora sus padres.
Estas son las metas donde quiero que lleguen mis hijos. Me imagino que tú también, ¿no? La revolución de la infancia está aquí. Sólo tenemos que abrir los ojos y empezaremos a ver en los periódicos, en cada vez más blogs, en los colegios, infinidad de iniciativas, formaciones, talleres de padres, donde esto se está trabajando. ¡Aprovecha y súmate a la revolución! Ah, y ten paciencia, claro, que las revoluciones son lentas. Pico y pala, gimnasio, carrera de fondo.
Víctor Manuel Rodríguez
Director de CEI El Jarama y padre de tres hijos
P.D. En Grupo Educativo El Jarama, ponemos interés sincero en compartir con los colegios que nos visitan – los niños pero también con sus profesores, herramientas y estrategias de Disciplina Positiva. En breve empezaremos a ofrecer también talleres para padres.
