¿Quién de nosotros, los adultos de hoy, no tenemos algún recuerdo de nuestra infancia en el que un campamento prometedor e ilusionante, se transformó por una inoportuna enfermedad o por un accidente menor, en una experiencia desagradable que nos estropeó nuestros planes…y también los de nuestros padres?
Como padres, nos preocupa que nuestros hijos disfruten de sus estancias al máximo; que jueguen y practiquen deportes apasionantes; que disfruten de la naturaleza; que conozcan nuestra sierra madrileña; que hagan nuevos amigos; que aprendan inglés; que desarrollen su autonomía personal; que aprendan a vivir y trabajar en equipo; pero también que mantengan los tratamientos médicos que traigan de casa; que reciban la atención médica necesaria en caso de enfermedad o accidente; que se les garantice una dieta correcta exenta de aquellos alimentos a los que sean alérgicos si lo precisan o que puedan ser atendidos en sus necesidades específicas de acuerdo a sus enfermedades de base, si las tuvieren.
En CEI El Jarama, disponemos de un servicio médico diario durante las actividades de verano y el programa de inmersión lingüística del MECD de otoño, cualificado y con experiencia de ocho años cuidando la salud de los millares de niños y niñas que pasan por nuestro centro cada temporada. Contribuimos al proyecto educativo enseñando a los chicos que lo precisen, a responsabilizarse de los cuidados más básicos de su propia salud, siempre adaptándonos a la edad de cada uno.
Pero no sólo prestamos cuidados profesionales a los niños. En muchos casos, la estancia en el centro es la primera experiencia del niño o la niña lejos de su familia. Y en no pocos casos, los primeros días, y sobre todo al anochecer, sienten añoranza y derraman alguna lágrima. Pero hay niños que no son capaces de expresar con tanta claridad lo que les pasa y presentan signos y síntomas de enfermedad que en realidad resultan ser somatizaciones transitorias y pasajeras de su añoranza familiar. En todos estos casos valoramos a los chavales para asegurarnos de que no tengan, además, una enfermedad añadida.
El día de la despedida, la alegría por la experiencia vivida reflejada en los rostros de los chicos y chicas al partir, es nuestra satisfacción del objetivo cumplido.
El equipo médico de CEI El Jarama