Se acerca el final del curso. Ha sido un año intenso, lleno de esfuerzo por parte de nuestros hijos. No sólo el colegio y los deberes de cada tarde, sino también actividades extraescolares y muchos aprendizajes nuevos.
Y entonces es cuando las mamás y papás empezáis a plantearos qué pasará durante el verano. Tres meses de piscina, móvil y televisión. ¿Debe de haber algo más, no?
Los campamentos de verano son una fantástica opción. Y una recompensa a todo el esfuerzo que han realizado los chicos durante el curso escolar. Pero, por encima de eso, deben ser un aliciente para ellos.
Vayamos por partes…
Los padres tenemos que elegir un campamento de verano donde los chicos se diviertan, disfruten del tiempo libre que ahora, por fin, les sobra y les premiaremos con ello. Es fantástico creer que nuestros hijos se lo merecen todo tras los meses de dedicación a sus estudios.
Pero, si los papás sabemos elegir el campamento adecuado, que nos dé confianza y nos ofrezca actividades que estimulen el conocimiento y las aptitudes de nuestros hijos, lo que ellos ven solamente cómo un premio de verano, será en realidad un empujoncito más en la continua labor didáctica que, no por ser periodo de vacaciones, debemos dejar de lado.
Por eso es tan importante elegir un buen campamento de verano para nuestros hijos. Desde CEI El Jarama, llevamos años organizando campamentos de verano cuyo principal enfoque es precisamente el que os venimos comentando. La diversión es el hilo conductor de un aprendizaje en plena naturaleza, con infinidad de actividades que inspiran a los chicos para seguir evolucionando. Y además, el lugar ideal para conocer a otros chicos con los que compartirán ilusiones, sueños, proyectos e iniciativas que les enriquecerán no sólo a nivel intelectual sino también como personas.
Y tras su estancia en los campamentos, el chute de energía y las ganas de seguir desarrollando los conocimientos adquiridos volverán a casa con ellos.Lo que para ellos es el merecido premio a su esfuerzo, para vosotros es asegurar un verano fructífero y con unas increíbles ventajas de cara a la educación y el desarrollo personal de vuestros hijos.
¡¡Los chavales se lo merecen!! ¿Les damos su recompensa por todo un año escolar de esfuerzo, no?
